Sabemos de sobras que el envejecimiento en barrica es una de las claves para cualquier whisky. Pero, ¿cuánto tiempo es necesario para cambiar las características de un whisky? En el caso de Duncan Taylor The Octave, tan sólo 3 meses.
Duncan Taylor es un embotellador independiente que lleva más de 40 años experimentando con la maduración en barrica. El truco, en este caso, es optar por barricas más pequeñas (octavas).
Al ser barricas más pequeñas (unos 65 litros), el whisky tiene más interacción con la madera. Para el la colección Duncan Taylor The Octave, el embotellador escoge whiskies que ya son de calidad y las pasa por una segunda maduración en octavas de apenas 3 meses. Así, la segunda barrica potencia algunos matices y sabores, expandiendo el perfil de sabor del whisky.
Duncan Taylor The Octave incluye whiskies de destilerías como Aultmore, Bunnahabhain, Brackla, Glenallachie, Highland Park o Miltonduff. Nosotros hoy nos centraremos en Duncan Taylor The Octave Caol Ila 2008.
Se trata de un single malt de Caol Ila destilado en 2008 y embotellado al 52.8% de volumen. En este caso y gracias al equipo de Duncan Taylor, hemos tenido la oportunidad de catar el espirituoso previo a su paso por la octava, para apreciar el cambio.
Encontraréis la colección Duncan Taylor The Octave en tiendas especializadas online. Son ediciones limitadas a 88 botellas y sus precios van desde los 60€.

Nota de cata de Duncan Taylor The Octave Caol Ila 2008
La vista
Duncan Taylor The Octave utiliza botellas transparentes de líneas claras. Incluye una etiqueta que indica la destilería y el año de destilación del whisky. En copa el whisky es dorado, algo más pálido en el paso previo a la octava.
La nariz
Antes de pasar por la octava, este Caol Ila era un whisky de ligeros aromas ahumados con notas de lima y piña.
La octava potencia el ahumado, dando lugar a un whisky con notas de carne tostada y bosque húmedo. Notas ligeramente salinas se mezclan con frutas más oscuras, como ciruelas o frutos rojos.
El paladar
Previo a la octava, el whisky era dulce y ahumado en un primer impacto. Le seguían algunas notas boscosas y de fruta fresca (lima, limón, manzana).
Tras la octava, este malta potencia todos sus sabores. Destacan las notas de barbacoa en el paladar, con toques de carne tostada y tocino. Notas más oscuras de pasas y chocolate negro, acompañadas de frutos rojos. Un toque terroso y húmedo.
El final
El final, que antes de la octava era cremoso y ligeramente picante, pasa a destacar más el ahumado, que permanece por más tiempo. Algo más amargo, con notas de chocolate negro.
Conclusión
Es curioso cómo tres meses pueden cambiar un whisky. Si bien es cierto que Duncan Taylor parte de una buena barrica de Caol Ila 2008, el cambio es considerable.
No es que sea un whisky mejor tras su paso por la octava, pero la experiencia es completamente distinta. Este proyecto permite descubrir nuevos matices en un whisky que mantiene completamente el espíritu de la destilería. Por ponerle un pero, es una lástima que no vendan un pack que incluya el whisky previo a la octava, ya que la parte más divertida en este caso es comprobar cómo cambia.