El 1 de abril entró en vigor la nueva normativa de la Japan Spirits & Liqueur Makers Association (JSLMA) para crear una D.O. en la que enmarcar el whisky japonés. Esto va a aportar algunos cambios, especialmente para whiskies como Nikka From The Barrel.
La primera reglamentación sobre el whisky japonés fue creada por el gobierno Japonés, más preocupado en cómo debían tributar las destilerías y productores que en definir el modo de elaboración, envejecimiento o materia prima. Lo más cuestionado siempre fue su permisividad, al poder comprar whisky extranjero y etiquetarlo como japonés. En 2020, la Tokio Whisky & Spirits Competition decidió diferenciar en 3 categorías entre los whiskys japoneses a concurso.
Por último y con compromiso de transparencia, la JSLMA ha lanzado una normativa mucho más específica. Es por ello que los socios de la JSLMA estan obligados no solo a no poder etiquetar como whisky japonés los whiskies que no sean 100% japoneses, si no que además deben especificar cuales no están en normativa. Y entre estos últimos se encuentra Nikka From The Barrel.
En octubre de 1985 Takeshi Taketsuru decidió lanzar un nuevo “blend” de Nikka al mercado. Elaborado siguiendo el mismo método hasta el día de hoy, su fórmula nace de la combinación de más de 100 lotes distintos de barricas de jerez, bourbon y roble nuevo americano. El porcentaje de la mezcla se reparte entre un 80% cebada malteada y 20% de maíz destilado en alambiques de columna. Una vez realizada la mezcla, se deja reposar de nuevo durante varios meses en barricas de segundo llenado.
Embotellado al 51,4% de volumen, con Nikka From The Barrel en Nikka querían transmitir al bebedor la misma experiencia que el master blender en el laboratorio. En la web de Nikka, y desde la entrada en vigor de la nueva normativa, se especifica claramente que Nikka From The Barrel no sigue las normas establecidas por la JSLMA. Es decir, no todos los whiskys que componen su blend han sido elaborados en Japón.
Nikka From The Barrel puede encontrarse en comercios especializados y online como Amazon por un precio que va de los 35 a los 40 euros.
Nota de cata de Nikka From The Barrel
La vista
La botella de Nikka From The Barrel es cuadrada, chata, de cuello corto y etiquetado sobrio de fondo gris a una tinta. Recuerda más a una botella de perfume que a un whisky. En copa es marrón rojizo.
La nariz
Se presenta afable en nariz, ofreciendo en primera instancia su perfil avainillado acompañado de plátano, manzana asada y flores rojas. En un segundo acercamiento, aparece la pimienta, junto al cacao y el café. Una percepción vínica y especiada nos recuerda su paso por barrica exjerez. Su final ligeramente ahumado redondea una nota de cata rica en nariz, compleja y amplia.
El paladar
En boca se desliza amable y sedoso, dejando una leve película oleosa con un contrapunto marino. Aparece la parte afrutada en sus tonos a melocotón y mermelada de naranja, junto a las notas a vainilla que ya destacaban en nariz, combinado con una percepción amaderada, de miel y chocolate con leche.
El final
Su final es medio, pero de cierre sorprendentemente agradable y suave. Un final especiado, tanínico, amaderado, su punto umami y contrapunto salino lo hacen sorprendentemente sabroso, invitando a tomar otro sorbo más.
Conclusión
Nikka From The Barrel sigue a pies juntillas una de las grandes características del whisky elaborado en Japón, el equilibrio. Su amplia nota de cata nos ofrece matiz tras matiz. Esto lo convierte en uno de los blends a tener en cuenta, no por ser japonés si no en la categoría en sí misma.
Muy acertadamente, Nikka ha decidido mantener su fórmula mezclando distintos orígenes, entre ellos Escocia. Entre otras muchas cosas, Nikka From The Barrel es la evidencia de que hay mucho y bueno por descubrir fuera de la normativa del whisky japonés.