Ésta no es la primera (ni la última) vez que oís o leéis que whisky y chocolate es una buena combinación. Y es que un buen maridaje de whisky y chocolate puede ser una gran experiencia gastronómica.
Sin embargo, maridar chocolate y whisky es algo complicado, ya que debemos encontrar un chocolate que realmente aporte algún rasgo diferencial al whisky, destacando ciertos sabores. De la misma manera que el whisky debe aportar matices al chocolate, matizando las características del mismo y ofreciendo una versión distinta en el paladar.
Como véis, no es tan sencillo. Hace unos días tuvimos la oportunidad de disfrutar de un maridaje de whisky y chocolate junto a The Macallan y Cacao Sampaka, y pudimos comprobar el trabajo que hay detrás de un maridaje de estas características.
Cómo maridar
La parte más importante de un maridaje es siempre el producto. No vais a disfrutar de la misma manera con un single malt sencillo y una tableta de chocolate del supermercado. Podéis empezar probando con whiskies que ya conocéis y tenéis en casa (un Macallan, un Cardhu, un The Glenrothes), y acercaros a Cacao Sampaka (o una bombonería cercana) y escoger distintos tipos de chocolate y bombones para ir probando.
Una vez tengáis todos los ingredientes, podéis apostar por dos formatos distintos: una cata complementaria, en la que los dos productos se equilibran y se refuerzan unos a otros; o una cata de contrastes, para obtener más matices, maridando, un whisky muy ahumado con notas salinas con un praliné suave y dulce.
Whisky y chocolate: cómo realizar la cata
- Cata el whisky sólo y con agua si lo crees conveniente, e intenta descubrir todos sus matices. Paséalo por el paladar e imprégnate de todo su sabor.
- Coge un pequeño pedazo de chocolate. Si es un bombón, no te lo tomes entero, tan sólo un mordisquito, y deja que se deshaga en tu lengua.
- Cuándo casi se haya deshecho, aprovecha para tomar un trago más de whisky por encima del chocolate. Así podrás ver como cambian ambos, y como se aportan distintos matices.
- Disfruta el final del whisky como lo harías habitualmente, e intenta descubrir qué ha cambiado con el final del whisky del punto 1.
- Coge un pequeño pedazo de un chocolate distinto y repite la operación. Descubrirás las diferencias entre unos y otros y podrás apreciar mejor cada uno.