Beam Suntory lanza Jim Beam Kentucky Dram, una nueva expresión de su clásico bourbon con un toque de whisky escocés. Inspirado en los creadores de la marca, los destiladores que venían de Escocia, el nuevo whisky es una edición limitada que posee whisky de las Highlands.
La nueva expresión, solo disponible en Travel Retail (las tiendas del aeropuerto), es un blend de bourbon de Kentucky con un ligero toque de Highland turbado (de la destilería de Ardmore). Está embotellado al 40% de volumen y, según la marca, el toque escocés enriquece las notas de roble y vainilla del bourbon.
Según Michael Cockram, director de Marketing de Beam Suntory, apunta que el lanzamiento de esta nueva expresión celebra la herencia viajera de Jim Beam, honorando a sus ancestros escoceses. «El lanzamiento de esta nueva expresión no solo ofrece algo único para los consumidores de travel retail, sino que también eleva la categoría de bourbon, invitando a los consumidores a explorar la categoría a un nivel más alto», añade.
La botella viene en una caja metálica, que narra la historia de T. Jeremiah Beam, que tomó las riendas de la empresa familiar en 1943 viajando por el mundo para llevar un toque escocés a Estados Unidos. Jim Beam Kentucky Dram ya está disponible en las tiendas de Travel Retail europeas, con un precio de venta de 35 euros.
Jim Beam Kentucky Dram es el último ejemplo de la moda en la mezcla de destilados. Aunque no es la primera vez que se realiza algo así en la industria del whisky (si han aparecido híbridos de rye/bourbon y escocés/irlandés), es la primera vez que se realiza un blend de bourbon y escocés.
El whisky era para mi ese ingrediente no favorito para mezclar con bebidas refrescantes, que allá a mediados de los ochenta y noventa bebíamos con amigos en bares, aunque para mí era la ginebra o el rón el que solía mezclar con cola, etc. Es en el año 2000, a través de una campaña de publicidad de Diageo cuándo conozco los whiskys de malta. Mi primera elección fue el Dalwhinnie 15 Años, suave, dulce y directamente pasé a un monstruo de la turba, el Talisker 10 años. Con este último whisky descubrí del modo más directo posible los sabores de los whiskys ahumados, que son en general mis preferidos.