Hay una destilería en Speyside que, aunque no está abierta al público, es conocida en la región como «La catedral de Speyside». Aquellos que han visitado su sala de destilación saben que allí se destila un whisky especial. Y, si tú también quieres visitarla, «tan sólo» tienes que hacerte con su último whisky: The Glenrothes 50 años.
Un sueño al alcance de pocos, pero que sin duda disfrutarán aquellos que consigan una de las 50 botellas del whisky más añejo de The Glenrothes. A España llegará, al menos, una de esas 50 botellas, que vienen acompañadas de una visita exclusiva a la destilería.
Su whisky más añejo: The Glenrothes 50 años
1968 fue un año bastante prolífico para The Glenrothes. Cuando la marca pertenecía a Berry Bros & Rudd ya lanzó varias expresiones de barricas extraordinarias de esa añada. 50 años más tarde, y tras un clásico envejecimiento en barricas de roble de Jerez y Bourbon, llega una nueva barrica extraordinaria.
La nueva expresión The Glenrothes 50 años se ha decantado al 48% de volumen en botellas de cristal hechas a mano. Cada una de las 50 botellas disponibles está numerada. Se presenta, además, en una caja lacada en negro.
Laura Rampling, Master Whisky Maker de The Glenrothes, afirma que «este single malt de 50 años ofrece una espectacular mezcla de aromas con una complejidad que solo un whisky de esta antigüedad puede aportar: verdaderamente suntuoso, oscuro y aromático«.
Cada botella tiene un precio de 30.000 euros, e incluye una invitación para disfrutar de una experiencia completa en las instalaciones de The Glenrothes Highland Estate and Distillery. Allí conocerá al equipo de la destilería y podrá ver cómo y con qué cariño se destila el whisky en The Glenrothes. La experiencia también incluye una visita a la tonelería privada de la destilería, sus granjas y a la Rothes House, todas cerradas a los visitantes.
Nota de cata de The Glenrothes 50, según la destilería
Nariz: Una cascada de especias aromáticas con toques a madera que nos llevan de la madera de cedro al clavo, con notas de fondo a aceite de linaza y rico azúcar moscovado. Toques de jazmín.
Paladar: Un espectáculo de complejidad. Sumamente dulce y picante, con destellos de cardamomo, semillas de hinojo y vainilla. Se advierten notas de cedro de principio a fin.
Final: Delicado y elegante. Un suave recuerdo a especias y madera.