Hace unos días tuvo lugar el Ardbeg Day en España y, con él, el momento más esperado del año por los amantes de Ardbeg, el lanzamiento de la edición limitada anual. La edición de este año es Ardbeg Dark Cove, el whisky más oscuro de la destilería.
Madrid y Barcelona acogieron este año la edición del Ardbeg Day (con un par de días de retraso), y se realizaron catas de Ardbeg y expresiones de Glenmorangie en La Fiambrera (Madrid) y el Celler de Gelida (Barcelona).
Ardbeg Dark Cove, homenaje contrabandista
La edición limitada del Ardbeg Day de 2016 homenajea a la larga tradición de las islas Hébridas con el contrabando. Antiguamente, las destilerías se asentaban allí huyendo de los recaudadores del rey y muchas destilaban de noche para dar la sensación de estar cerradas, con lo que sus botellas tenían que ser embarcadas también de noche.
El comercio ilícito de whisky entre Islay y el continente llegó a cobrar tanta importancia que los recaudadores de impuestos pidieron la colocación de un “cortador” de ingresos fuera de la isla. Años más tarde, Ardbeg se hizo con una licencia para hacer whisky legalmente, sin embargo el contrabando continuó algunos años más.
Micky Heads, Jefe de Destilación de Ardbeg, afirma que la costa de Islay mantuvo cierta notoriedad como escondite de contrabandistas. «Con las celebraciones secretas que tienen lugar durante la Ardbeg Night queremos mostrar el pasado clandestino que caracteriza a nuestro whisky y presentar una edición limitada que rinde homenaje a este pasado oscuro de la costa de Islay”, añade.
Ardbeg Dark Cove no se ha filtrado en frío y se ha embotellado con 46.5% de volumen.Podéis haceros con una botella de Ardbeg Dark Cove aquí, con un precio de venta de 124,99 euros.
Os dejamos con la nota de cata que ofrece la destilería:
Nariz: es carnoso, terroso y especiado, con notas poderosas de chocolate negro que emergen sobre la naranja, el toffee, el café y aromas de roble, un fondo ahumado y una misteriosa nota floral.
Paladar: es casi ácido, con pasas, dátiles, jengibre, pimientos picantes y notas de rugiente carbón ardiendo, madera pulida y creosota, que nos llevan a un final con aromas a jamón ahumado y tallarines con tinta de calamar.
Final: largo, especiado y sabroso, con notas de toffee, café y alquitrán.