‘Freedom an’ whisky gang thegither!’ (la libertad y el whisky van de la mano) escribió el bardo escocés Robert Burns. Él es el poeta escocés más conocido en el mundo y por ello el 25 de enero se celebra la Noche de Burns.
La Noche de Burns es una tradición escocesa que se celebra desde 1801. Una cena llena de comida tradicional, poesía y, por supuesto, whisky, en la que se honra al poeta escocés.
Este año hemos podido vivir una auténtica Noche de Burns gracias a Dewar’s, así que vamos a contarte todo lo que necesitas para celebrar la tuya.
El homenaje al poeta Robert Burns
Tal vez no hayas oído hablar del conocido cómo «el bardo de Escocia«, aunque seguramente si conocerás alguno de sus poemas. Nacido en una humilde familia de granjeros, se convirtió en uno de los pioneros del movimiento romántico.
Su poema (y canción) más conocido internacionalmente es ‘Auld Lang Syne‘. Dicho así tal vez no te suene, pero si te cuento que aquí también es tradicional cantarlo bajo el nombre de «El Vals de las Velas» o «L’hora dels adéus» seguro que la melodía se te viene a la cabeza. Una canción que no puede faltar en tu Noche de Burns.
Otro poema clásico de Robert Burns es ‘To a Mouse‘. En él se inspira el libro de John Steinbeck ‘De ratones y hombres‘. También ha dado lugar a un whisky muy apreciado: Timorous Beastie.
En esta Noche de Burns tampoco debe faltar su ‘Address to a Haggis‘, otro de sus poemas más conocidos.
La Noche de Burns
La introducción
La Noche de Burns suele empezar con una pequeña introducción. Lo habitual es que suenen las gaitas en los eventos más formales y música tradicional escocesa si la cena es más informal.
En este momento, el anfitrión va presentando a los invitados mientras todos disfrutan de una copa de whisky.
La bienvenida
Tras la breve introducción, los asistentes se acercan a la mesa ya dispuesta para empezar la cena. En este momento el anfitrión da un discurso de bienvenida que finaliza con ‘The Selkirk Grace’, unos versos de agradecimiento.
Some hae meat and canna eat,
And some would eat that want it;
But we hae meat, and we can eat,
Sae let the Lord be thankit.The Selkirk Grace
En nuestro caso fue Ximena Cervantes, Brand Ambassador de Dewar’s, la encargada del discurso de bienvenida. John Nicol, un auténtico escocés, amenizó la velada recitando los poemas y, por supuesto, ‘The Selkirk Grace’.
La cena
La cena de la Noche de Burns en nuestro caso empezó con un par de sopas típicas escocesas. Por un lado un plato de Cock-a-leekie, una sopa de puerro y pollo, seguida de un Scotch Broth, con cebada y cordero. Ambas sopas son una buena introducción para el plato estrella de la noche.
El plato principal en la cena de la Noche de Burns debe ser, sin duda alguna, el Haggis. El haggis se produce a base de asaduras de cordero y oveja mezclado con cebollas, harina, hierbas y especias. Su sabor es algo parecido al de una morcilla, aunque algo más intenso.
Los escoceses suelen gastar la broma de que el Haggis es un animal algo curioso. Dicen que tiene las patas de un lado más cortas que las otras y que sólo se puede mover en el sentido de las manecillas del reloj. Más de uno se ha creído esta historia.
Address to a Haggis
Antes de empezar a comer el Haggis, hay toda una tradición en la presentación de este plato escocés.
El chef debe entrar en la sala llevando el Haggis, mientras un gaitero le acompaña tocando Brose & Butter. Es entonces que se recita el poema de Robert Burns y se trincha el Haggis ante todos los asistentes. Es el momento de brindar con todos los asistentes al grito de «To the Haggis!«.
Ye Pow’rs, wha mak mankind your care,
And dish them out their bill o’ fare,
Auld Scotland wants nae skinking ware
That jaups in luggies;
But, if ye wish her gratefu’ prayer
Gie her a haggis!Address to a Haggis
Entonces, se sirve el plato acompañado de una buena copa de whisky. En nuestro caso, pudimos disfrutar de un magnífico pollo relleno de Haggis acompañado de una copa de Royal Brackla 21.
La poesía
Para ir animando el ambiente durante la velada, es tradicional cantar canciones escocesas y recitar algún poema. Sin embargo, no es hasta después del Haggis que los asistentes se meten de lleno en la poesía.
Sin ningún orden establecido, se leen poemas y se brinda con los asistentes. Y no todos los poemas deben de ser de Robert Burns. En algunos casos, y como hicimos nosotros, se invita a los asistentes a crear su propio poema. Inspirados por el poeta, el whisky o el sexo opuesto, los asistentes recitan sus propios versos.
Otro ritual tradicional de la noche es el brindis en favor de las mujeres, que tradicionalmente se encargaban de preparar la cena. Los hombres declaman su «Toast To The Lassies» y las mujeres les responden con su propio brindis.
El baile
Toda velada escocesa está llena de música y whisky, y la Noche de Burns no podría terminar de otra forma. Tras una agradable cena, es el momento de disfrutar del Cèilidh, la danza tradicional gaélica. Bajo el ritmo de los violines, los asistentes se mezclan para realizar bailes tradicionales que van ganando velocidad y complejidad conforme avanza la noche.
La Noche de Burns termina, como no podría ser de otra manera, con Auld Lang Syne. Tras horas de poesía, haggis, whisky y bailes, los asistentes forman un corro y unen sus manos, cantando la obra más conocida del poeta como despedida.
Slàinte!
