Glenmorangie acaba de descubrir en la Glenmorangie House una escultura que homenajea a Glenmorangie Signet. La escultura, conocida como Rock Springs, es obra del artista medioambiental Dan Snow.
Rock Springs, la escultura de Glenmorangie Signet
Rock Springs, la escultura que homenajea a Glenmorangie Signet, representa la esencia misma de Glenmorangie. Glenmorangie Signet es la culminación de la dedicación de 170 años de la destilería para la elaboración de whiskies de prestigio. Se trata del primer whisky creado a partir de “cebada chocolate”, un tipo de cebada altamente tostada, lo que le confiere unos aromas a café, moka, chocolates… muy difíciles de encontrar.
Glenmorangie Signet está elaborado con agua rica en minerales procedente del manantial privado de Tarlogie, cebada de malta del área de Cadboll, que ofrece una sedosa cremosidad al destilado y barricas construidas con roble de 150 años en los que han envejecido algunos de los whiskies más antiguos de la destilería.
La espectacular obra de Dan Snow refleja la belleza del terroir de Glenmorangie. Con una estructura de 80 toneladas de piedra en forma de espiral, la escultura simboliza el matrimonio entre el arte del hombre y los regalos que brinda la naturaleza.
La instalación, conocida como Rock Springs, se ha construido con piedra de origen local. Mide 9.75m x 13.4m x 1.21m. y refleja el patrón en espiral de la Cadboll Stone, cuyo símbolo es el logo de Glenmorangie.
Dan Snow necesitó 8 semanas para esculpir la obra. “Cuanto más veo la escultura más me recuerda a las colinas que conforman el terroir de Glenmorangie. Parece como si el paisaje fuera parte de la obra, de la misma manera que el paisaje es parte de Glenmorangie The Signet”, comenta.
Bill Lumsden, maestro destilador de Glenmorangie, afirma que Glenmorangie Signet encarna la comunión de la destilería con el paisaje y la herencia de las Highlands. «Rock Springs es un reconocimiento a la belleza lograda cuando arte y naturaleza se unen en perfecta armonía”, añade.
Glenmorangie Signet no está filtrado en frío y se embotella al 46% de volumen. Os dejamos con la nota de cata de Glenmorangie Signet que ofrece la destilería.
Su color es ámbar profundo con aromas de chocolate, café y menta, con frutas, especias y melaza oscura. Su sabor contrasta la dulzura de las especias y el toque amargo de la moka combinada con albaricoques al horno, cáscara de naranja y malta. El final, muy largo.