A principios de los años 40, Bill Samuels Sr, sexta generación de destiladores, vendió la destilería de su padre, T.W. Samuels. Bill decidió entonces desvincularse de la producción de whisky, hasta que su mujer, Marge Samuels, se dio cuenta de que él no podía vivir sin crear whisky.
Marge decidió empujarlo a crear su propio whisky, poniendo dos condiciones: realizar un whisky más suave del que producía T.W. Samuels y dejar que ella se encargara del diseño de la botella. Y os preguntaréis, ¿porqué la botella? En aquella época todas las botellas de whisky en Estados Unidos eran similares. Medían de 30 a 40 centímetros, con una forma alargada y una etiqueta fina, y Marge quería diferenciar su whisky de los demás.
Empezó a moldear con papel maché algo más similar a las botellas de cognac francés, que ya usaban cera para cerrar el corcho. Según Marge, la cera resaltaba la idea de producto artesanal, y quiso destacarla para que se convirtiera en icono de Maker’s Mark.
Fue Marge también la que dio nombre a la marca, ya que, como coleccionista de estaño fino, siempre buscaba la marca del fabricante (en inglés, “maker’s mark”), y le pareció el nombre más adecuado para este whisky.
En 1954, la familia Samuels compró la antigua destilería de Burks Spring, que había llegado a producir 3.400 barriles anuales. Fundada en 1805, esta bonita destilería estaba destinada a marcar un antes y un después en la historia del whisky americano.
Marge Samuels, pese a las constantes negativas de su marido, decidió rehabilitar la destilería y reformarla, en vez de destruir los edificios para construir nuevos. Una decisión que fue costosa para la familia, tanto en tiempo como en dinero.
Marge fue capaz de ver el potencial del turismo histórico, lo que llevo a Maker’s Mark, bajo el nombre de la destilería de Burks, a convertirse en 1980 en la primera destilería americana nombrada lugar histórico. Este hito fue la semilla del conocido Kentucky Bourbon Trail.
Un año más tarde, la destilería se vendió a Hiram Walker & Sons (Canadian Club), pasando a manos de Allied Domecq en 1987. En 2001 pasaría a manos de Beam, Inc. Sin embargo, desde que se creó por primera vez y hasta 2011, Maker’s Mark ha mantenido ese espíritu familiar, con la producción supervisada por Bill Samuels Jr. Desde entonces es su hijo, Rob Samuels , el CEO de Maker’s Mark.
Finalmente, en Enero de 2014, Beam y, con ella, Maker’s Mark, pasaron a manos del gigante japonés Suntory. Sin embargo, desde la destilería siguen manteniendo el mismo sabor del whisky y las mismas características de producción.
Aunque muchos consideran a Bill Samuels Jr el creador del éxito de Maker’s Mark por su rápido crecimiento, no se puede negar que la creación de la botella fue un elemento decisivo en este éxito. Y aunque muchos desconozcan la historia de Marge Samuels, sin ella no existiría Maker’s Mark.
El Maker´s Mark es sin duda uno de los mejores bourbon (whisky –sin la «e»–) americanos. Es de primera calidad y el secreto de ello es que utilizan sobre todo trigo de invierno (mas suave), a diferencia de otros bourbons más «pesados» al utilizar centeno (rye) como podría ser el Wild Turkey 101 proof (50,5º alcohol). Es el mejor bourbon que he probado, es un bourbon de trigo.
Por qué «sin la E»?. Si es de EEUU, es Whiskey, no Whisky
Hola Javier,
La grafía legal en EE.UU es «whisky» sin la e.
Sin embargo, debido a la gran influencia de la inmigración irlandesa, «whiskey» con la e se suele usar más a menudo.
Las dos opciones son válidas.
Te contamos un poco más al respecto aquí: https://todowhisky.es/2016/02/whisky-o-whiskey/.