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Una perspectiva para el escocés – Gavin Hewitt

El pasado 22 de abril se celebró la Conferencia Mundial del Whisky, que tuvo lugar por primera vez fuera de Europa (concretamente en Nueva York) y que trató sobre todo aquello que tiene relación con el mundo de nuestra bebida favorita. Gavin Hewitt es el presidente de la SWA (Scotch Whisky Association) y dio un discurso de apertura que creemos que es muy interesante para entender las preocupaciones que tiene la industria del whisky hoy en día. Os dejamos con la adaptación (pensamos que es demasiado largo) y traducción del artículo original que hemos encontrado en The Drinks Report.

También pedimos perdón por si el artículo nos ha quedado, pese al recorte, demasiado largo o poco claro, pero creemos que de las palabras de Hewitt se pueden sacar muchas ideas de por dónde va a ir la industria del whisky escocés.

Una perspectiva para el escocés, de Gavin Hewitt

Para aquellos que no lo sepan, soy el director ejecutivo de la Asociación de Whisky Escocés, el organismo de comercio que promueve y protege los intereses de la industria del whisky escocés. A diferencia de espirituosos como el Cognac o el Armangnac, no es obligatorio ser miembro de la SWA para poder comerciar con whisky. Sin embargo, tenemos afiliados a nuestra sociedad a más del 90% de la industria del whisky escocés y creo humildemente que podemos representar a los intereses de la industria.

Por desgracia y pese a nuestro peso en el sector, esto no nos da derecho a legislar sobre la producción de whisky escocés. El papel de nuestra asociación, que ya es centenaria, ha sido vital en el desarrollo y consolidación del whisky escocés como bebida de referencia en el mundo. Hemos pasado por períodos de escasez de cereal, de hambrunas, de guerra, de prohibición, de discriminación impositiva y actualmente, luchamos contra lo que pensamos que es una grave amenaza a nuestro sector: la fijación de precios mínimos sobre el alcohol.

Una de las principales batallas de la SWA ha sido, y sigue siendo, la guerra contra las imitaciones

Sin embargo, una de las principales batallas de la SWA ha sido, y sigue siendo, la guerra contra las imitaciones y contra aquellos que quieren vender whisky, sin serlo. El año pasado celebramos otro éxito de exportaciones récord. Las exportaciones de whisky escocés fueron valoradas en 6,5 millones de dólares (en valor de aduana), lo se traduce en alrededor de 17 mil millones de dólares en valor de venta, sin contar los impuestos y los aranceles. El whisky escocés es una gran industria con un enorme peso en Gran Bretaña. Una industria que ha sabido mantener su reputación artesanal, lejos de ser un mero complejo industrial.

Sólo citaré algunas estadísticas sorprendentes. El whisky escocés es hoy en día la industria más potente de Escocia, más incluso que el petróleo y el gas. Representa el 80% de los alimentos de Escocia y el 25% del Reino Unido. Es la industria más productiva de Gran Bretaña, ganando más de 200 dólares por segundo. Eso es, resulta más productiva que el centro financiero de Londres. El whisky escocés es el segmento de whisky más vendido del mundo y supera las ventas del whisky americano y canadiense en una relación de cuatro a uno, aunque debo reconocer que gran parte de nuestro éxito es gracias a nuestros amigos americanos.

El whisky escocés es hoy en día la industria más potente de Escocia

Estoy encantado que otros whiskies genuinos puedan seguir el halo de éxito del whisky escocés. Creo sinceramente que una mayor competencia llevará a mejorar la industria del whisky en su conjunto. Cuando hablo de whiskies genuinos me refiero whiskies que cumplen con el estándar global de las cinco reglas del whisky (una graduación mínima de 40º, que esté elaborado exclusivamente a base de cereales, que se destile con un grado de 95º de alcohol por volumen, que no tenga aditivos o aromas y sea madurado en barricas de roble durante un mínimo de 2 a 3 años).

De la amplia gama de whiskies genuinos que se ofrecen, podemos estar seguros de que nuestros consumidores encontrarán un whisky que les gusta. Y van a ir a probar whiskies que no sean escoceses, como un japonés, galés, inglés o sueco. En efecto, existe un whisky que se adapta al paladar de todo el mundo, y esa es parte de su grandeza.

Se ha producido un florecimiento del whisky escocés, ya sea en mezclas o maltas. Ha habido un renacimiento. Pero los retos del futuro están por venir

Sin embargo, estoy convencido de que el escocés seguirá liderando el camino. En el último recuento, y me di por vencido contar, hay por lo menos 3.000 marcas y expresiones de whisky escocés en el mercado. Así que no me digan que el whisky escocés es aburrido, carente de innovación y atrapado en sus propias reglas, estrechas y tradicionales. Hay más innovación en la industria que nunca antes. Se ha producido un florecimiento del whisky escocés, ya sea en mezclas o maltas. Ha habido un renacimiento. Pero los retos del futuro están por venir.

Dicho todo esto, estoy preocupado por algunas de las tendencias en la producción de whisky a este lado del Atlántico. La destilación artesanal es interesante, pero, ¿que necesidad hay de elaborar whisky blanco? El whisky artesanal debe ser tradicional, esas características necesitan ser apreciadas y promovidas, y una de las principales características distintivas es el color de whisky que viene de las barricas en las que se haya madurado.

La destilación artesanal es interesante pero, ¿que necesidad hay de elaborar whisky blanco?

Actualmente tenemos éxito en la promoción del consumo de whisky en mercados como Brasil, México, Rusia, Polonia y China, ya que no es un espíritu blanco. Los consumidores de estos países desean expresar su diferencia con respecto a sus bebidas nacionales (que por lo general, son blancas) y la copa mundial de prestigio es el whisky escocés.

Si lo dudan les diré que hemos aumentado en un 100% las exportaciones en sólo 10 años. Les diré que pese a las dificultades hemos aumentado nuestras exportaciones a Estados Unidos en un 130% o que hoy tenemos a 500 millones de consumidores de clase media en Asia y que en 2030 serán 3.500 millones.

No hay ninguna razón por la que los productores de los nuevos mercados emergentes no deberían elaborar whisky, pero sería desastroso para todos si los chinos empezaran a producir una bebida llamada whisky que no cumpliera los cinco elementos esenciales que he comentado anteriormente. Eso sería competencia desleal y una distorsión masiva del mercado que hemos creado durante más de 100 años. La buena noticia es que los chinos ya tienen una definición razonable para proteger a la categoría del whisky, y estamos trabajando con ellos para revisar la norma para introducir un grado máximo de destilación y la prohibición de los aditivos.

Dónde creo que sí tenemos un problema importante es en India. No vamos a convencer a los indígenas a cambiar su definición de whisky indio (generalmente alcohol sin envejecer con aromatizantes o aditivos para mejorar el sabor y el olor a whisky). Pero vamos a asegurarnos de que, siempre que sea posible, trabajemos juntos para proteger y promover el whisky genuino y garantizar que en nuestros propios mercados no penetre jamás un producto que no cumpla con lo esencial para poderse llamar whisky.

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