Todos nuestros lectores saben que el whisky tiene muchas virtudes: prolonga la vida, sirve como biocumbustible, ha tenido usos medicinales, nos alegra la existencia y… ¡está delicioso! Lo que todavía no habíamos visto era el poder del whisky para solucionar problemas aeroportuarios.
Recientemente, el piloto de un vuelo de la compañía «Scandinavian» se vio con el problema de no poder despegar debido a que se había formado mucho hielo en las alas del avión. Esto, que suele suceder a menudo debido al frío que hace a cierta altitud, se agravó porque en Alicante no tenían ninguna máquina para quitar el hielo.
El piloto, sorprendido, se ve que pidió entonces que le trajeran líquido anticongelante, que también servía. Desgraciadamente, tampoco había líquido anticongelante en el aeropuerto de Alicante (los recortes, ya saben) así que desesperado, el piloto pidió seis botellas de whisky. Los operarios del aeropuerto, sorprendidos, pensaron que el pobre piloto quería matar el tiempo esperando el deshielo dándose a la botella.
Los pasajeros del avión, muy atentos al suceso tras una hora y media de retraso y nada más que hacer, registraron lo que ocurría en sus móviles. En sus vídeos puede verse al piloto vertiendo tres botellas de whisky en cada ala y cómo tras un breve período de tiempo, el hielo va deshaciéndose gracias al alcohol del whisky.
Más tarde y una vez sentados todos los pasajeros en el interior del avión, el capitán informó que se habían agotado todas las existencias de whisky y que deberían conformarse con otro tipo de bebida. Linda Apeland, una de las pasajeras del vuelo, comentó que «fue divertido al despegar ya que el olor a whisky se hizo muy evidente. Hubo un buen ambiente en el avión ya que parecíamos el avión borracho«.
