La elección de Jim Murray al escoger el Yamazaki Sherry Cask como mejor whisky del mundo en 2015, ha sorprendido a muchos amantes del whisky, y especialmente a la industria escocesa. Este es el primer año que no hay ningún whisky escocés en el Top 5 de los mejores whiskies, y además, el mejor whisky europeo, según Jim Murray, no es escocés, sino inglés, el Chapter 14 de The English Whisky Company.
Este año es el décimo aniversario de la Whisky Bible, y por eso en TodoWhisky hemos decidido repasar cuáles han sido los escogidos por Jim Murray estos últimos 10 años como el mejor whisky del mundo.
Los 10 mejores whiskies del mundo según Jim Murray
2015 – Yamazaki Sherry Cask 2013 – 97.5/100
Según Jim Murray, Yamasaki Single Malt Sherry Cask 2013 es “casi increíblemente genial”, y le otorga un 97,5, la máxima puntuación en esta edición, gracias a los 100 puntos de nariz “exquisitamente audaz». Este whisky ha envejecido en barricas de Oloroso de Jerez y, según la destilería, tiene notas de pasas y moscatel.

2014 – Glenmorangie Ealanta – 97.5/100
Esta edición limitada de la destilería escocesa fue la elegida como mejor whisky del mundo el año pasado. Sobre Glenmorangie Ealanta Murray afirmó que era «la perfección en el límite». Según el experto, este es un whisky «completamente nuevo», y con el final más largo de todos los whiskies escoceses que el año pasado formaron parte de la Whisky Bible.

2013 – Thomas H. Handy Sazerac 2011 – 97.5/100
Este whisky de tan sólo 6 años fue el escogido en 2013. Producido por Kentucky Distillery, es un rye «extraordinariamente vivo y perfectamente equilibrado en el paladar» según Murray. Lo más curioso en este caso es que, siendo un whisky de alta graduación (64,3% de volumen), la recomendación de Murray es tomarlo solo (sin agua ni hielo) y a temperatura ambiente, para poder «maximizar» los aromas y sabores.
2012 – Old Pulteney 21 años – 97.5/100
En 2012 Murray nombraba al Old Pulteney de 21 años el mejor whisky del mundo, y fue la tercera vez que un Single Malt se llevaba este reconocimiento. Según Murray, ya era hora de que la gente empezara a descubrir las destilerías «discretas».
2011 – Ballantine’s 17 años – 97.5/100
Murray sorprendió a todos al escoger un blend en 2011, Ballantine’s 17 años. Según Murray, «los blends suelen verse como la versión pobre de los single malts. Ballantine’s 17 demuestra, espectacularmente, lo que muchos hemos sabido durante años: un blend es algo único».
2010 – Sazerac Rye 18 años – 97.5/100
La destilería de Buffalo Trace es una de las favoritas de Jim Murray, y en 2010 concedió el honor al Sazerac Rye de 18 años. Lo más soprendente en esta ocasión fue la puntuación, ya que era la segunda vez en la historia de la Whisky Bible que un whisky se llevaba una puntuación tan alta (aunque en los últimos años ha sido la misma puntuación de los whiskies ganadores).
2009 – Ardbeg Uigeadail – 97.5/100
Ardbeg ha sido siempre una de las favoritas de los amantes del whisky, y en 2009, y por segundo año consecutivo, un whisky de la destilería se coronaba como mejor whisky del año. Ardbeg Uigeadail, un vatted profundo y ahumado, se llevó por primera vez la puntuación de 97.5/100 en la Whisky Bible.
Según Murray, «desde la brillante suavidad del principio hasta las múltiples capas en el paladar, este whisky respira complejidad, a un nivel al que muy pocas destilerías del mundo pueden siquiera soñar alcanzar».
2008 – Ardbeg Ten – 97/100
El ya clásico Ardbeg Ten, con una puntuación de 97/100, era el elegido en 2008. Según Murray, eso se debe a que la edición de aquel año «es la mejor expresión con diferencia de todas las ediciones de Ardbeg 10 que he probado con anterioridad». «Es simplemente magnífica», añadió.
2007 – Old Parr Superior 18 – 97/100
Esta expresión de Diageo se llevó el título en 2007 por su «habilidad de incorporar muchas características en el whisky que le hacen único». Además, Murray afirmó que, tras catarlo junto a otros dos whiskies, «es sorprendentemente complejo, como debe ser un buen blend».
2006 – George T. Stagg – 97/100
En 2006 fue la edición limitada de George T. Stagg la que llamó la atención de Murray. Este bourbon, embotellado al 65% de volumen, forma parte de la Antique Collection de Buffalo Trace y, según Murray, «su calidad desafía cualquier creencia».