Para Dewar’s, el whisky es, también, cuestión de huevos. La marca de Bacardi celebró en Barcelona su Scotch Egg Club, que ahora se hace global.
El Scotch Egg Club de Dewar’s consiste en una serie de eventos con una premisa simple: maridar whisky y huevos. Pero, ¿por qué huevos?
La tradición culinaria escocesa incluye el conocido Scotch Egg, un huevo hervido envuelto en carne picada, rebozado que se hornea o fríe. Parece ser que, además del whisky, Tommy Dewar tenía otra pasión: las gallinas. Poseía una colección de gallinas de pedigrí, algunas de ellas ponedoras de los mejores huevos. Ese fue el origen del curioso maridaje y la marca de Bacardi lo ha tomado como emblema.
Tras un éxito rotundo en ciudades como Madrid o Barcelona, Dewar’s lleva su Scotch Egg Club a todo el mundo. Moscú, Berlín, Estocolmo y Nueva York serán las siguientes. Así que, estate atento, tal vez encuentres uno en tu destino de vacaciones.
El Scotch Egg Club de Barcelona
Los días 13 y 14 de junio, Barcelona acogía una edición del Scotch Egg Club de Dewar’s y nosotros no nos lo podíamos perder. Hoy te contamos nuestra experiencia.
El espacio Utopia 126 era el lugar escogido para la ocasión. Una antigua escuela de artes y oficios con diferentes espacios para cada una de las actividades.
El atractivo principal de la noche: whisky y huevos. Sergi Arola fue el responsable de crear 3 recetas distintas para maridar con los 3 whiskies estrella de la noche: Dewars 12, Aberfeldy 12 y Royal Brackla 12. Para probarlos, tan sólo debías pedir uno de los cócteles de la noche. Nosotros tuvimos un claro favorito: Royal Brackla 12 + Sherry Egg.
¿Qué hacer en el Scotch Egg Club?
Pero la noche no acaba con el maridaje de whisky y huevos. El Scotch Egg Club de Dewar’s ofrece mucho más.
Por un lado, el Scotch Egg Club de Barcelona era parada obligada para los amantes de la electrónica y el movimiento underground. Fueron varios los artistas que animaron la velada tanto el jueves como el viernes.
Más de uno aprovechó para acicalarse con una visita al barbero, mientras otros llenaban su cuerpo de tatuajes temporales en honor a Tommy Dewar. Además, no podías dejar la oportunidad de jugar al chicken bingo o hacerte una foto en un nido gigante rodeado de huevos.
Pero aún faltan los dos platos fuertes de la noche. Por un lado, Adolfo Masyebra, el mentalista. La verdad es que fue una experiencia muy interesante que nos dejó muy sorprendidos. Masyebra fue capaz de adivinar nuestros pensamientos de una manera sorprendente y divertida. Con razón había cola para entrar en su tienda.
Y, finalmente, un escape room con premio sorpresa. Tras descifrar los enigmas, un premio muy especial: el bar secreto del Scotch Egg Club. Allí nos esperaba Juan Valls, el bartender de El niño Perdido de Valladolid, con unos cócteles espectaculares con Dewar’s 12, Craigellachie 13 y Aberfeldy 12.
Además, el bar secreto escondía una experiencia única reservada para unos pocos: catar algunos de los mejores whiskies que posee Bacardi. Sin duda alguna, poder disfrutar de grandes whiskies como Royal Brackla 21 o el increíble Craigellachie 31 fue la guinda del pastel de una noche redonda.
Así que, si el Scotch Egg Club pasa por tu ciudad (o por dónde vayas de vacaciones), resérvate el día en la agenda. Whisky y huevos, ¿se puede pedir más?