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Nuevo Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991

Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991 - Todo Whisky

Glenmorangie sigue apostando por su Colección Bond House No.1, que recoge los vintage de la marca. La cuarta expresión de esta gama llega ahora a España: Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991.

La nueva expresión nace de la unión de whiskies de estilos distintos, para dar lugar a una expresión poco convencional. Esta edición limitada de 26 años supera los 600 euros.

Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991

Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991

Cuenta Bill Lumsden, director de destilación de Glenmorangie, que para la creación de Glenmorangie Grand Vintage Malt decidió crear una mezcla poco habitual. Para ello, maridó dos partidas de whisky algo incongruentes. «Algo poco convencional», afirma.

Se trataba de dos lotes destilados en 1991 y envejecidos en barricas de bourbon aunque afinados de manera distinta durante 10 años. Por un lado, un whisky afinado en barricas de oloroso de Jerez. Por otro, un malta afinado en barricas de borgoña. Finalmente, le añadió un toque de whisky envejecido en barricas nuevas de roble tostado.

El resultado, Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991. Una expresión que, según la destilería, se ha unido con habilidad. «Una edición limitada con constrastes que es sorprendentemente suave», afirman.

Para Lumsden, el equilibrio era todo un desafío. “Reunir dos whiskies incongruentes de este tipo va en contra de la convención, lo que, en parte, es lo que me llevó al desafío de combinarlos», comenta. Según la destilería, Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991 es un single malt con un «rico carácter a ciruela, aromas profundos y suaves y sabores a frutas maduras y chocolate con leche».

Glenmorangie Grand Vintage Malt 1991 se ha creado, como el resto de la serie Bond House No.1, como una pieza para coleccionistas. Se ha embotellado al 43% de volumen y su precio ronda los 690 euros.

Nota de cata de la destilería:

La vista: ocre

La nariz: Suave, profundo, intenso y afrutado. Muchos albaricoques, ciruelas y manzanas al horno, con chocolate, roble suave y un toque de trufas y anís. Una salpicadura de agua libera notas más profundas, que recuerdan al jamón ahumado de nogal y al suelo húmedo del bosque.

El paladar: Una sensación en boca ligeramente picante conduce a una explosión de sabores afrutados entremezclados con un montón de chocolate con leche, manzanas guisadas, ciruelas y frutos rojas maduras como la cereza y la frambuesa.

El final: Una pizca de cítricos sabrosos y, finalmente, una combinación intrigante de roble, fruta y especias dulces.

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